AM - Pasos del Príncipe Felipe (Genovesa)
Antes de desembarcar, daremos un paseo en lancha neumática a lo largo del brazo oriental de la caldera. A medida que nos acercamos, las altas paredes de 25m / 80 pies de altura se vuelven abrumadoras. A veces, un lobo marino de Galápagos descansa o un ave marina anida en uno de los salientes de la base.
A continuación, tendrá que caminar y superar las empinadas escaleras desde el muelle de desembarco hasta un arbusto de palo santo en la cima. Los piqueros de patas rojas utilizan con gratitud estos escasos lugares de anidación, para no tener que anidar en el suelo rocoso.
Al llegar al borde del borde, los arbustos se abren y podrá disfrutar de vistas panorámicas, de una fuerte brisa marina y de las asombrosas habilidades de vuelo de innumerables aves marinas. Siguiendo el borde expuesto, pasarás primero por los piqueros de Nazca y finalmente llegarás a los extensos lugares de anidación del petrel de las tormentas, donde si tienes suerte podrás ver al bien camuflado búho de orejas cortas cazándolos a pie.
PM - Bahía de Darwin
En el interior de la caldera sumergida de Genovesa se encuentra la Bahía de Darwin, con un diámetro de más de 1,5 km y una profundidad de casi 200 m. Esta pequeña zona le sorprenderá una y otra vez, caminando por una playa de arena coralina, cruzando formaciones de lava y arroyos estériles, pasando por charcos de marea, arbustos y, más adelante, siguiendo la cima de algunos acantilados. En este apacible entorno, cada especie ha ocupado su propio nicho ecológico (o hábitat) sin molestar a las demás.