Desde las tortugas gigantes que dan nombre a las islas, hasta los flamencos rosados, los piqueros de patas azules y los pinzones de Darwin que llaman hogar al archipiélago, La Pinta brinda a los pasajeros la oportunidad de encuentros cercanos con muchos de los habitantes locales. El barco en sí está equipado con los más altos estándares, con amplias cabinas, un interior elegantemente terminado y mucho espacio para que los huéspedes se relajen y socialicen tanto por dentro como por fuera.
Mientras navega entre las islas Galapagos, los pasajeros a bordo de La Pinta podrán aprender todo sobre el hábitat natural de las islas y su extraordinaria historia. Cada día traerá nuevos descubrimientos, con cada isla ofreciendo algo verdaderamente único para el visitante. Durante su crucero habrá muchas oportunidades para bucear, nadar, observar ballenas y delfines, así como simplemente relajarse y disfrutar de las vistas.
Y al final de un largo día lleno de aventuras, los pasajeros pueden disfrutar viendo la puesta de sol desde la plataforma de observación, dar un paseo por la terraza o disfrutar de un delicioso cóctel nocturno en el propio bar de La Pinta.