Las iguanas marinas de Galápagos (Amblyrhynchus cristatus) son la única especie de iguana que ha evolucionado para vivir en el mar. No se encuentran en ninguna otra parte del mundo, lo que las convierte en una de las principales atracciones de las islas Galápagos. Su cola aplanada les ayuda a nadar y su piel rugosa a regular la temperatura corporal. Estos herbívoros están especializados en comer algas y han desarrollado un fascinante mecanismo para expulsar el exceso de sal a través de sus fosas nasales.
Durante la época de apareamiento, los machos cambian de color para atraer a las hembras. Las hembras ponen los huevos en madrigueras cerca de la costa y las crías se dirigen directamente al océano. Los esfuerzos de conservación han estabilizado sus poblaciones, aunque siguen siendo "vulnerables".
