Conservación de Galápagos

Esfuerzos e instituciones que protegen las Islas Galápagos
 

Las Islas Galápagos (nombre oficial en español de las islas), como se las llegó a conocer en Sudamérica tras su descubrimiento, disfrutaron de millones de años de aislamiento en el Océano Pacífico hasta un fatídico día en 1535. Casi por completo de forma accidental, un sacerdote panameño llamado Fray Tomás de Berlanga llegó a las islas cuando su barco fue desviado de curso en su camino a Perú.
 

Desde el momento de su descubrimiento, las Islas Galápagos nunca volvieron a ser las mismas. La fauna única y mansa descrita por el Fray fue sometida a cientos de años de destrucción y devastación por parte de piratas hambrientos y balleneros codiciosos. El equilibrio natural de las islas se vio afectado de manera irreversible.
 

Sin embargo, la evolución aislada y única de las Islas Galápagos aún guardaba muchos secretos que resultaron vitales para la investigación del científico británico Charles Darwin en el siglo XIX. Lo que descubrió allí fue fundamental para su teoría de la evolución, uno de los descubrimientos más importantes en la historia de la ciencia.
 

Como resultado del trabajo de Darwin, el interés por las islas aumentó. Tras la publicación de un libro del naturalista estadounidense William Beebe titulado "Galápagos: El fin del mundo" en la década de 1930, se decretaron las primeras leyes para proteger las islas. Sin embargo, estas leyes eran difíciles de aplicar y tuvieron poco efecto.
 

No fue hasta 1959, en el centenario de la tesis original de Darwin sobre la evolución, "El origen de las especies", que el mundo finalmente tomó conciencia de la necesidad de proteger estas extraordinarias islas. Se estableció la Fundación Charles Darwin y las Islas Galápagos obtuvieron finalmente protección oficial bajo el sistema de parques nacionales de Ecuador.
 

Desde entonces, las islas han estado bien protegidas por un equipo leal de conservacionistas. El medio ambiente se mantiene y protege tanto como es posible de los efectos nocivos del ser humano, por primera vez desde su descubrimiento hace medio milenio.
 

Las visitas a este único Parque Nacional están permitidas, pero deben realizarse como parte de un tour organizado por Galápagos. En todo momento, los visitantes deben estar acompañados por un guía naturalista autorizado y seguir estrictamente las normas del Parque.