Historia natural

Islas de fuego
 

Pocos lugares en la Tierra son tan importantes para el estudio de la naturaleza y la historia natural como las Islas Galápagos. Este lugar tan estimado en el mundo de las ciencias naturales se debe a la historia natural única de las islas mismas y también al trabajo de un hombre: Charles Darwin.
 

Un conjunto de trece islas volcánicas situadas justo debajo del ecuador, la más antigua de las islas tiene alrededor de cuatro millones de años. Las más nuevas todavía se están formando por actividad volcánica. De hecho, es una de las áreas más volcánicamente activas del mundo.
 

Las Islas Galápagos fueron descubiertas accidentalmente en 1535 por Fray Tomás de Berlanga de Panamá, en su camino para resolver una disputa entre el conquistador Francisco Pizarro y los Incas. Cuando los vientos cesaron y las fuertes corrientes llevaron a Fray mar adentro, descubrió accidentalmente las Galápagos.
 

Según los relatos de Fray, sabemos que las islas estaban llenas de una naturaleza fantástica y vida silvestre única, incluyendo iguanas marinas, lobos marinos y las tortugas gigantes. Se maravilló de la mansedumbre de los animales, consecuencia de millones de años de aislamiento.
 

Durante los siglos siguientes, las islas fueron utilizadas como escala por piratas que buscaban asaltar galeones españoles. Balleneros y cazadores de focas encontraron grandes cosechas en las islas, diezmando gran parte de la fauna, incluidas las pobres tortugas. 'George Solitario', la última tortuga de las Islas Pinta, tristemente falleció a los 100 años en 2012.
 

Charles Darwin fue el primero en escribir un relato orientado a la ciencia sobre el archipiélago en 1835. El joven Darwin, recién graduado como naturalista, formaba parte de la tripulación del HMS Beagle en su viaje alrededor del mundo, descrito como un viaje de estudio científico y geográfico (1831 – 1836). Sus viajes fueron descritos en el "Viaje del Beagle" e incluyeron visitas a otras áreas de Sudamérica, incluida la remota Patagonia.
 

Hoy en día, la vida silvestre y la naturaleza de las Islas Galápagos se mantienen ferozmente como parte del sistema de parques nacionales de Ecuador. Esto se debe en gran parte a la investigación pionera en las islas por parte de Charles Darwin, quien quedó tan influenciado por la naturaleza que encontró allí, que le ayudó a desarrollar su histórica "Teoría de la Evolución".
 

Hoy, las Islas Galápagos albergan algunas de las formas de vida más destacadas y paisajes únicos que se pueden encontrar en cualquier parte del planeta.